Es una sencilla intervención quirúrgica en la cual se corta el prepucio, que es la piel que recubre el glande y se libera el frenillo que es la banda de tejido que está bajo la punta del glande. Como resultado, el glande (punta o cabeza del pene) se deja al descubierto en forma permanente. La mayoría de las veces, se hace con anestesia local. A veces, por diversas razones, se realiza con local y sedación.