Un seminograma normal nos orienta hacia una normalidad del factor masculino. En ocasiones, en seminogramas con valores límite, nos vemos obligados a realizar un segundo seminograma para comprobar posibles variaciones.
Consideramos un seminograma normal cuando, con un volumen de eyaculado normal, tenemos 20 millones de espermatozoides por mililitro, con una movilidad útil del 50% (progresiva rectilinea de un 25 % -por lo menos- ) y una tasa de espermatozoides normales superior al 15%.
En esterilidades de causa desconocida, y tras fracasos en los tratamientos, es preciso realizar algún test adicional, en el varón, para descartar anomalías de tipo genético en los espermatozoides que sean causa de no gestación o de embriones de mala calidad.
Las pruebas adicionales son: el estudio de fragmentación del DNA espermático y el estudio de meiosis.