La papada es el resultado de una capa de grasa subcutánea que cuelga bajo la barbilla, formando una arruga más o menos perceptible. Es más común en las personas ancianas y obesas, y resulta más visible cuando el individuo baja la mandíbula inferior. Aunque la piel y los músculos ancianos tienden a hacerse más flojos, esto no significa que la papada sea un fenómeno inevitable.
Ejercicio: la papada se puede reducir en las personas obesas y con sobrepeso a través del ejercicio y comer alimentos saludables en la cantidad correcta para quemar el exceso de grasa.
La liposucción, o lipoaspiración es una técnica que se utiliza en cirugía estética y que permite un remodelado de la silueta a través de la extracción de grasa o tejido adiposo de diversos sitios del cuerpo usando una cánula o jeringa conectada a una succión.
La intervención se realiza bajo anestesia local. Las cánulas son de pequeño diámetro permitiendo realizar liposucciones superficiales con escaso riesgo de irregularidades. La intervención se realiza de forma ambulatoria en prácticamente todos los casos.
Una liposucción de papada dura habitualmente entre 10 a 30 minutos, aunque el tiempo definitivo dependerá del tipo de liposucción y la técnica que se va a utilizar.
Cuidados posoperatorios
Durante las siguientes semanas, el paciente deberá proteger la zona lipoaspirada utilizando una faja especial y unas compresas elásticas que recomendará el cirujano.
Los resultados podrán empezar a verse en semanas aunque el aspecto definitivo no se verá antes de los tres meses.
La liposucción no debe considerarse como una cura de la obesidad, sino como una cirugía estética que podrá quitar la grasa acumulada que se encuentra en la papada o rostro.
Como todo procedimiento quirúrgico la liposucción tiene riesgos inherentes y que en la mayoría de casos pueden evitarse con una técnica quirúrgica meticulosa y un análisis prequirúrgico cuidadoso.
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