Por el Dr Oziel Benavides Cañamar
Especialista en Ortopedia y Traumatología
Las lesiones y los cambios degenerativos en las articulaciones de la rodilla, del hombro y del tobillo; se presentan muy frecuentemente entre la población. Esto es debido a los accidentes y al sobreesfuerzo durante la práctica de actividades deportivas, así como traumatismos producidos durante las caídas involuntarias en la vida cotidiana de los pacientes.
También es importante señalar que algunos factores como el sobrepeso y cambios degenrativos propios de la edad, intervienen causando daño tanto a la superficie articular como a sus elementos de coaptación y refuerzo (meniscos, manguitos, rodetes, cápsula articular y ligamentos). En muchas de estas lesiones se observa un "derrame articular" (acumulación de líquido sinovial dentro de la articulación) que es consecuencia y/o acompaña a las lesiones ya comentadas de estas articulaciones.
La Cirugía artroscópica nos permite abordar el interior de la articulación a través de incisiones mínimas, de esta manera nos es posible introducir en uno de los portales una cámara de fibra óptica y visualizar en una pantalla externa el interior de las articulaciones. Al mismo tiempo y a través del otro portal podemos introducir instrumentos quirúrgicos para realizar la exploración de la articulación y la corrección de los daños internos cuando es el caso.
Esta cirugía nos permite realizar la menor manipulación y daño posibles en la articulación, preservando las funciones, también reduce los riesgos y las complicaciones de la cirugía, así como disminuye el tiempo de la estancia hospitalaria y le proporciona al paciente una recuperación más rápida y mucho menos dolorosa.
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