Es recomendable basar la dieta en alimentos frescos preparados en casa.
Aunque ninguna comida está prohibida, lo mejor es evitar los productos procesados. Esto se debe a que aportan una enorme cantidad de calorías, azúcares, sales, grasas dañinas y conservadores que favorecerán la producción de moléculas inflamatorias.
Esto quiere decir que puedes tomar jugos y comer pizza ocasionalmente si los elaboras en casa.
Otras sustancias a evitar son los ácidos grasos omega 6 presentes especialmente en comidas fritas y alimentos chatarra, así como en algunas carnes y yema de huevo, debido a que pueden mantener la inflamación sinovial y deterioro del cartílago articular
Por otra parte, los ácidos grasos omega 3 son la fuente principal de sustancias antinflamatorias en nuestra dieta. Algunos ejemplos de alimentos ricos en éste son el salmón, atún, sardinas, anchoas, chía, lino y nueces.
¿Conoces la dieta mediterránea?
Este régimen disminuye los ácidos grasos omega 6 y aumenta los ácidos grasos omega 3 con lo que se consigue mejorar la inflamación, la destrucción del cartílago, el sobrepeso y la obesidad.
Lo recomendable es limitar el consumo de ciertos productos durante períodos de enfermedad activa como embutidos, margarinas, lácteos, quesos curados, azúcar, café, chocolate, vinagre, calamares, pulpos, caracoles, mejillones, ostras y almejas, ya que pueden agravar la inflamación.
Las bebidas alcohólicas también pueden empeorar los síntomas, incluso favorecer interacciones no deseadas con los fármacos para la artritis y sobrepasar la capacidad metabólica de tu hígado.
Para mayor información acude con tu reumatólogo